La famlia en que nacemos


La vida nos sorprende cuando vamos conociendo a nuestra familia.
Un día, llegamos al mundo. Malhumorados por dejar el vientre perfecto para nuestro desarrollo y queriendo que esto no este pasando. Abrimos los ojos, vemos a nuestra madre, las luces, los olores, las texturas, y el mundo comienza a tener otros tintes que antes no tenía.

Así vamos recorriendo un camino de ida. Es nuestra responsabilidad, aunque la mas primaria y de pocos años sea de nuestros padres, la de hacer de esta vida, una bendición o una desgracia.

Podemos tener varias actitudes ante esta nueva vida. La principales son: Pensar en por qué nacimos con estos padres que no nos dan lo suficiente ó pensar CUANTO NOS ESTÁN DANDO PARA QUE PUEDA CRECER. Dos pensamientos que en sí mismos nos están dando dos caminos diferentes a seguir.

El primer camino, el de pensar que siempre nos hace falta más de ellos, sería desgastante para nosotros. Nunca nos alcanzaría nada que ellos nos den. Siempre estaríamos faltos de ALGO.
La vida de esta forma, se transformaría en pobreza. No tengo esto, no tengo aquello, me falta mas de esto otro...y una gran lista interminable. No sólo nuestra vida se convertiría en un huerto infértil, sino la de nuestros progenitores, que con todo su esfuerzo están dando lo mejor de sí mismos. Aunque nos parezca poco, ESO es lo que tienen para dar, ni más ni menos.

El segundo camino, es reconocerse como seres humanos.
El sólo acto de dar vida, y escuchen bien "DAR VIDA", es un acto de extremo amor.
El hecho de que estemos leyendo estas palabras, quiere decir que existimos, que nacimos porque alguien nos creo. ELLOS nos crearon, nuestros padres. ELLOS prestaron sus vidas para que podamos existir, ELLOS nos dieron este lugar.
SOLO ese acto precioso, ya en si mismo, es un tesoro que sinceramente, no podemos dejar de recordar cada día.
Luego ese ser humano, en pareja o sin ella, trata de darnos lo mejor de sí. No sabe si está bien o mal, solo intenta darnos lo que tiene y lo que es. Aunque seamos personas que no han tenido a sus padres, seguramente, hemos hallado a alguien que ha cumplido esa función, aunque sea en una edad mayor, siempre encontramos una persona que puede darnos su amor. Cualquiera que sea nuestra historia, lo importante, es agradecer cada una de las cosas que se nos brindaron.

Sean poco o mucho lo que hemos conseguido, no tenemos que medirlo en cantidad, sino en calidad. Tal vez, la falta que nosotros vemos, fue una buena herramienta para desarrollar nuestros dones, y poder ser mejores de lo que hubiéremos sido con ellos.
Es decir, supongamos que nacimos y nuestro padre ha muerto al poco tiempo. Podemos despotricar toda la vida por su falta. Pero si podemos hacernos amigos de su ausencia, comprendiendo que esa falta, acrecentará mi afán de vivir, de sentir la vida, de cuidar mas de mis seres queridos, y entender que cuando una vida se pierde deja un gran vacío...podré sentirme pleno de abrazar la vida, más de lo que lo hubiera hecho un persona que no sufrió esa falta.

Es así, que la moraleja, para este artículo es:
"Solo el hecho de haber nacido, es una bendición en si misma. De nosotros depende, aprovechar y ver con los ojos del corazón, todos los regalos que sobrevendrán, con cada paso que demos. Comencemos a ver el lado positivo de las cosas"

Naty Brun

2 comentarios:

Eduardo dijo...

La familia se origina en una decisión divina. Nuestra humanidad se aleja del propósito original y comienza la desvalorización del ser, ser humano... Para revalorizarnos y recuperarnos necesitamos volver a la fuente, al Creador.
Buen intento tu blog, vale la pena tu tarea. Adelante Naty.

Naty dijo...

Es asi esperedo (Eduardo), tenemos que volver a la fuente, ahi esta el secreto. Por eso antes de hablar de lo más profundo, hablo de lo más simple, para ir comprendiendo a donde nos lleva el camino.
El creador es el camino.
Gracias por tus palabras!!
Te sigo!!!

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